Revista Amiga | Mayo
estaban estudiando para dedicarse a trabajar en sus proyectos. Tenía un espacio improvisado y pasaba la tarde con ellos ayudándolos con sus tareas. Cuando se iban a dormir llegaba el momento de enfocarse en su propia formación académica. Estudió un diplomado en diseño de modas en Argentina y un año después decidió emprender. Empezó trabajando bolsas porque considera que son el accesorio favorito de muchas mujeres. “Elegí utilizar los textiles típicos de nuestro país porque son verdaderas obras de arte que nos identifican como cultura y a la vez cuentan historias. El talento y la dedicación de los artesanos que los fabrican debe ser reconocido”, explica. RECONOCIMIENTOS y aprendizaje Para Owana también es importante la defensa de los derechos de autor y propiedad intelectual de los pueblos mayas sobre las obras que elaboran. Es por eso que cada uno de los textiles que utiliza se conserva sin modificaciones ni reproducciones, sino tal y como lo trabajan los artesanos de Nahualá, Chichicastenango y Totonicapán que colaboran con su marca llamada Nicteel, que en kaqchikel significa flores. Además de formar su propia empresa, hacer una tesis relacionada a este tema la hizo obtener el reconocimiento de guatemaltecos ilustres para la categoría empresarial en 2018. Sus primeras bolsas las vendió a amistades y conocidos. Confiesa que le costó trabajo establecer un precio para sus productos y es por eso que se sentía más cómoda ofreciéndolos a través de Internet. La primera venta que hizo a una desconocida ocupa un lugar especial en su memoria pues la clienta quedó tan satisfecha que más adelante se convirtió en vendedora de Nicteel. El crecimiento de su marca le ha permitido contar actualmente con un equipo de profesionales. Asegura que generar empleo es una de las mejores satisfacciones que la etapa empresarial le ha dado. Recientemente obtuvo el Galardón BID, un reconocimiento a la calidad y liderazgo en Alemania. Aunque fue un reto elaborar una amplia y variada colección de ropa, también recuerda con gran emoción su primera pasarela internacional, que fue en la Mercedes Benz Fashion Week de Nicaragua de 2016. Posteriormente participó en una pasarela de Mercedes Benz en Washington, plataforma que respaldan grandes íconos de la moda como Michael Kors, Carolina Herrera y Tom Ford. Presentar su trabajo en Nueva York, ser la primera diseñadora en hacer trajes de gala para la Orquesta Sinfónica Nacional de Guatemala y vestuario para algunos de los personajes de la ópera El elixir de amor, han sido otras de las experiencias que han marcado su carrera. Nicteel cuenta con una tienda física ubicada en la zona 4 de la Ciudad, pero las redes sociales han sido un impulso clave para el negocio. “Lo primero que hice fue abrir una página web, luego Facebook y finalmente Instagram. Para mí, esta última es la mejor red de todas. Yo no sabía nada de redes pero aprendí viendo tutoriales y pidiéndole ayuda a mis hijos. Siempre se toman un tiempo para ayudarme a resolver dudas”. Para Owana el aprendizaje continuo es clave para conseguir un buen desempeño en cualquier cosa. Conforme su carrera avanzó siguió actualizándose. Estudió un máster en diseño y estilo en Milán, Italia y tomó varios cursos relacionados a la moda en Guatemala. Asegura que combinar las herramientas que da el estudio con la creatividad y el ingenio, mucha paciencia y la fe en sí misma han sido la mejor fórmula para lograr su objetivos. Mientras espera qué le depara el futuro, continúa buscando inspiración en los colores de los textiles nacionales y las telas cómodas, femeninas y con mucho movimiento. UNA ACTITUD POSITIVA, TRAZARSE METAS CLARAS Y TRABAJAR POR ELLAS SON ALGUNOS DE LOS FACTORES QUE HAN LLEVADO A OWANA LIMA A DESTACAR EN LA INDUSTRIA DE LA MODA. POR ISMAEL CALA @CALA " OTRO CAPÍTULO MÁS Y ME VOY A DORMIR..." Otro capítulo más y me voy a dormir". Te suena, ¿verdad? Es lo mismo que decimos los que nos hemos enganchado con alguna serie en las plataformas de contenido digital. Es fácil caer en la tentación. Ciertamente, la tecnología ha desarrollado maravillas para mantenernos conectados, pero paradójicamente esto ha ido en detrimento de las comunicaciones personales y del tiempo que invertimos en nosotros. Como he comentado en otras ocasiones, es importante que mantengamos un equilibrio en nuestras vidas. Es muy fácil hacerlo con la ley del 80-20: el primer porcentaje iría en nuestra inversión personal, mientras que el resto sería destinado al placer y la diversión. Durante un tiempo estuve fuertemente enganchado a las series por suscripción. Mientras más las consumía, más y más tiempo valioso les dedicaba, hasta que me di cuenta de que esta conducta estaba afectando mi energía diaria. Estaba más cansado en el trabajo, debido a que me acostaba tarde. Según un reporte publicado por Nielsen, un adulto promedio en Estados Unidos pasa al menos cinco horas al día, unas 35 horas a la semana, viendo televisión. Esto, increíblemente, bien podría ser el total de un trabajo a tiempo completo. Al darme cuenta del daño que ese mal hábito me estaba ocasionando, decidí crear uno nuevo, en el que leer y descansar fueran mi prioridad. El exceso de pantallas solo hace que nuestras comunicaciones personales se vayan debilitando, ya que en vez de compartir con nuestros amigos y seres queridos, estamos embobados frente a la televisión o el celular. Claro que puedes compartir con tu familia viendo algún partido de fútbol o una buena película, pero en definitiva, no debe ser la única alternativa. Este exceso también nos desvía de nuestros objetivos ¿Cómo vamos a lograr los proyectos personales si no les dedicamos tiempo? Lo mejor sería que limitáramos ese tiempo y lo invirtiéramos en algo productivo, como nuestras metas, el desarrollo de nuevas habilidades, estudiar, aprender un nuevo idioma... Nuestras madres tenían razón cuando intentaban dosificarnos el tiempo que pasábamos frente a la televisión. Estar demasiadas horas al día sentado, sin hacer nada, puede deteriorar el estado físico y mental. Entre las consecuencias directas están el sobrepeso, la diabetes, la hipertensión o la depresión. Lo mejor es un consumo equilibrado, donde dejemos tiempo para diferentes actividades con rutinas de ejercicios, lectura o meditación. Es muy importante un pequeño espacio para meditar y conocerte más a ti mismo. Damos las gracias a las plataformas digitales por acercarnos a grandes producciones audiovisuales, pero al mismo tiempo aprendemos a usarlas, sin caer en la dependencia. "
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